Alrededor de 1600, se usaba para referirse a un "insecto escudo" (Coccus ilicis), conocido por producir un tinte rojo. Este término proviene del latín medieval cremesinus, que también dio origen a las palabras en francés (kermès), italiano (chermes), y español (carmes). Su raíz se encuentra en el árabe qirmiz, que significa "kermes," y a su vez proviene del sánscrito krmi-ja, un compuesto que se traduce como "(tinte rojo) producido por un gusano."
El compuesto sánscrito se forma de krmih, que significa "gusano" (derivado de la raíz indoeuropea *kwrmi-, que también dio lugar al lituano kirmis, el antiguo irlandés cruim, y el albanés krimp), y -ja-, que significa "producido" (de la raíz indoeuropea *gene-, que significa "dar a luz" o "engendrar"). Este insecto se encuentra en el Levante y el sur de Europa, alimentándose de una especie de pequeño roble perenne conocido como roble kermes. En la antigüedad, era la principal fuente de tinte rojo y escarlata en Europa. El tinte se obtenía de los cuerpos secos de las hembras embarazadas; estos insectos, cuando están vivos, parecen pequeños granos redondeados del tamaño de guisantes y se adhieren inmóviles al árbol que habitan. Debido a esto, durante mucho tiempo se pensó que el tinte kermes se extraía de una semilla o excrescencia del árbol, y en griego se les llamaba kokkos, que literalmente significa "un grano" o "semilla" (ver cocco-). Este término pasó al latín como coccum o coccus, refiriéndose a una "baya [sic] que produce tinte escarlata," y más tarde se usó para describir el "color escarlata" o "prenda escarlata."
La importancia del kermes (coccus) como fuente comercial de tinte escarlata fue tal que sus derivados han reemplazado la palabra original para "rojo" en muchos idiomas. Por ejemplo, en galés se dice coch (del latín), y en griego moderno kokkinos. También se puede comparar con el ruso čcermnyj ("rojo púrpura") y el antiguo eslavo eclesiástico čruminu. Además, se puede relacionar con crimson (sustantivo).
Se han encontrado tintes de kermes en los envoltorios funerarios de York, en la región anglosajona y escandinava. Sin embargo, el uso de estos tintes parece haberse perdido en Europa durante la Edad Media, hasta principios del siglo XV. Posteriormente, cayó en desuso nuevamente con la llegada de la cochineal (un término que podría derivar también de coccus) procedente del Nuevo Mundo.
Cloths dyed with kermes are of a deep red colour; and though much inferior in brilliancy to the scarlet cloths dyed with real Mexican cochineal, they retain the colour better and are less liable to stain. The tapestries of Brussels and other parts of Flanders, which have scarcely lost any thing of their original brilliancy, even after a lapse of 200 years, were all dyed with kermes. [W.T. Brande, "Dictionary of Science, Literature, & Art," London, 1842]
Los tejidos teñidos con kermes presentan un color rojo profundo; aunque son mucho menos brillantes que los tejidos escarlatas teñidos con auténtica cochinilla mexicana, conservan mejor el color y son menos propensos a mancharse. Los tapices de Bruselas y otras partes de Flandes, que apenas han perdido su brillantez original incluso después de 200 años, fueron todos teñidos con kermes. [W.T. Brande, "Dictionary of Science, Literature, & Art," Londres, 1842]