La expresión "creencia infundada de estar enfermo" se documenta desde 1816, y representa una evolución del significado anterior, que se refería a "depresión o melancolía sin causa real" (década de 1660). Proviene del término médico en inglés medio ipocondrie, que designaba las "regiones laterales del abdomen superior" (finales del siglo XIV). Este término se origina en el latín tardío hypochondria, que a su vez proviene del griego hypokhondria (plural neutro de hypokhondrios), compuesto por hypo-, que significa "bajo" (consulta hypo-), y khondros, que se traduce como "cartílago" (en este contexto, el de las costillas flotantes); para más información, consulta chondro-.
La interpretación de "melancolía mórbida" refleja la antigua creencia de que los órganos situados en la región hipocondríaca (hígado, vesícula biliar, bazo) eran los responsables de la melancolía y de los vapores que provocaban tales sentimientos. El intento de entenderlo desde una perspectiva científica se formalizó con el término hypochondriasis. También es interesante ver hype (sustantivo). El poeta Cowper es un ejemplo frecuentemente citado en la literatura del siglo XVIII. La definición centrada en el síntoma específico de "creencia infundada de estar enfermo" parece surgir en la década de 1790 con William Cullen, M.D., profesor de medicina en la Universidad de Edimburgo, quien se especializó en el tema:
A languor, listlessness, or want of resolution and activity, with respect to all undertakings; a disposition to seriousness, sadness, and timidity; as to all future events, an apprehension of the worst or most unhappy state of them; and, therefore, often upon slight grounds an apprehension of great evil. Such persons are particularly attentive to the state of their own health, to every the smallest change of feeling in their bodies; and from any unusual sensation, perhaps of the slightest kind, they apprehend great danger, and even death itself. In respect to these feelings and fears, there is commonly the most obstinate belief and persuasion. [Cullen, "First Lines of the Practice of Physic," Edinburgh, 1791]
Un letargo, apatía o falta de resolución y actividad en todas las empresas; una tendencia hacia la seriedad, la tristeza y la timidez; en relación con todos los eventos futuros, un temor al peor o más desafortunado desenlace; y, por lo tanto, a menudo, basándose en motivos insignificantes, un miedo a grandes males. Estas personas son particularmente atentas al estado de su propia salud, a cada pequeño cambio en sus cuerpos; y de cualquier sensación inusual, tal vez de la más leve, temen un gran peligro e incluso la muerte misma. En cuanto a estos sentimientos y temores, suele haber una creencia y una persuasión de lo más obstinadas. [Cullen, "First Lines of the Practice of Physic," Edimburgo, 1791]
Aunque para Cullen la definición clínica de hypochondria también abarcaba síntomas físicos y dolores, además de estas ilusiones mentales. A medida que las viejas creencias médicas fueron desapareciendo, la palabra dejó de usarse en el ámbito clínico, pero se mantuvo en el lenguaje popular para referirse al "miedo mórbido infundado por la salud." En la década de 1830, hypochondria podía significar simplemente "melancolía mórbida," así como "aprehensión de males relacionados con la salud, sin causa suficiente," y también "abdomen superior."