A finales del siglo XIV, la palabra se usaba para referirse a una "profunda profundidad". Proviene del francés antiguo golf, que significa "un golfo, un remolino". Este término a su vez se origina en el italiano golfo, que también significa "un golfo, una bahía", y se remonta al latín tardío colfos, que proviene del griego kolpos. En griego, originalmente se refería a "una bahía, un golfo del mar", pero antes de eso se usaba para describir "la hendidura entre las olas" o "el pliegue de una prenda suelta", y su significado más antiguo era "seno". La idea común que une todas estas definiciones es la de una "forma curva".
Este concepto proviene de la raíz indoeuropea *kuolp-, que significa "arco, curva, bóveda". Se puede comparar con el inglés antiguo hwealf, que significa "bóveda", y a-hwielfan, que significa "abrumar". En nórdico antiguo, encontramos holfinn, que significa "abovedado", y en alto alemán antiguo, welban, que significa "elevarse en forma de bóveda".
El sentido geográfico de "una gran extensión de agua que se adentra en la tierra" (más grande que una bahía, pero más pequeña que un mar, aunque esta distinción no siempre es precisa y a menudo no se respeta) en inglés aparece alrededor de 1400, reemplazando al término en inglés antiguo sæ-earm. La interpretación figurativa de "un amplio intervalo" surge en la década de 1550.
En latín, la palabra sinus experimentó un desarrollo similar. Primero se usó para referirse a "seno" y más tarde a "golfo". En latín medieval, también se usaba para describir "una curva hueca o cavidad en el cuerpo". Blount, en 1656, define el término inglés gulph como "una parte del mar que se insinúa y se abraza a sí misma dentro de la tierra, o entre dos tierras diferentes".
Los Gulf States de Estados Unidos han sido llamados así desde 1836. El Gulf Stream (Corriente del Golfo), que se nombró en 1775, recibe su nombre del Golfo de México.