En 1801, se utilizaba para referirse a "una de las piezas con las que se juega al dominoes." Proviene del francés domino (1771), y quizás (debido a una similitud percibida con las piezas negras del juego) de un significado anterior: "capucha con una capa que llevaban los canónigos o sacerdotes sobre otras vestimentas en climas fríos" (1690s en inglés). Esta última palabra proviene del latín dominus, que significa "señor, amo" (derivada de domus, que significa "casa," y de la raíz protoindoeuropea *dem-, que también se traduce como "casa, hogar"). Sin embargo, la conexión exacta no está del todo clara.
El uso metafórico en geopolítica comenzó en 1953, cuando el presidente estadounidense Eisenhower utilizó la imagen para describir lo que ocurre al colocar dominós en fila y derribar el primero. Así fue como se conoció la teoría del dominó.
President Eisenhower, on August 4, 1953, explained that if Indonesia fell, "the peninsula, the last little bit of land hanging on down there, would be scarcely defensible." "All India," he continued, "would be outflanked," and "Burma would be in no position for defense. On April 7, 1954, the President was still warning that if Indochina fell, all of southeast Asia would collapse like "falling dominoes." The President said, that as the last domino in the line falls inevitably from the toppling of the first, the loss of Indochina would lead to the loss of Burma, of Thailand, and Indonesia, and a threat to Australia and New Zealand. [Rep. Joseph R. McCarthy, Congressional Record, Aug. 2, 1955]
El presidente Eisenhower, el 4 de agosto de 1953, explicó que si Indonesia caía, "la península, ese último pedacito de tierra que quedaba ahí, sería apenas defendible." "Toda India," continuó, "quedaría flanqueada," y "Birmania no estaría en condiciones de defensa. El 7 de abril de 1954, el presidente seguía advirtiendo que si Indochina caía, todo el sudeste asiático se desplomaría como 'dominós cayendo.' Dijo que, así como el último dominó de la fila cae inevitablemente al derribar el primero, la pérdida de Indochina llevaría a la de Birmania, Tailandia e Indonesia, y representaría una amenaza para Australia y Nueva Zelanda. [El representante Joseph R. McCarthy, Congressional Record, 2 de agosto de 1955]