El nombre propio masculino, que se remonta al siglo XII, proviene del inglés antiguo Petrus (en genitivo Pet(e)res, en dativo Pet(e)re), y tiene su origen en el latín Petrus, que a su vez proviene del griego Petros, que significa literalmente "piedra" o "roca" (puedes consultar petrous para más detalles). Este término es una traducción del siriaco kefa, que también significa "piedra" y fue latinizado como Cephas. Este apodo fue el que Jesús le dio al apóstol Simón Bar-Jona (Mateo 16:17), quien es históricamente conocido como San Pedro. Por esta razón, se convirtió en un nombre muy popular entre los cristianos. En italiano se dice Pietro, en español y portugués Pedro, en francés antiguo Pierres, y en francés moderno Pierre, entre otros. Curiosamente, también se ha utilizado como jerga para referirse al "pene", un uso que se atestigua desde 1902, probablemente debido a la similitud en la primera sílaba.
La forma más común de este nombre, tan popular en la Inglaterra medieval, era Peres (en anglo-francés Piers), lo que dio lugar a apellidos como Pierce, Pearson, entre otros. Entre las formas diminutivas se encontraban Parkin y Perkin.
La expresión rob Peter to pay Paul (que se documenta desde la década de 1510, aunque en versiones ligeramente diferentes desde finales del siglo XIV) podría referirse a las numerosas iglesias dedicadas a estos dos santos. Se cree que surgió de la práctica bastante común de construir o enriquecer una iglesia utilizando los restos o los ingresos de otra. Sin embargo, la combinación aliterativa de los dos nombres se atestigua desde alrededor de 1400 sin una conexión obvia con los santos:
Sum medicyne is for peter þat is not good for poul, for þe diuersite of complexioun. [Lanfranc's "Chirurgia Magna," English translation, c. 1400]
Algunos medicamentos son para Pedro, que no son buenos para Pablo, debido a la diversidad de complexiones. [Traducción al inglés de la "Chirurgia Magna" de Lanfranc, c. 1400]