Alrededor de 1600, proviene del latín (animal) insectum que significa "(animal) con un cuerpo dentado o dividido," literalmente "cortado en," un sustantivo que se deriva del participio pasado neutro de insectare que significa "cortar en, cortar," que a su vez proviene de in- que significa "en" (de la raíz protoindoeuropea *en que significa "en") + secare que significa "cortar" (de la raíz protoindoeuropea *sek- que significa "cortar"). La palabra latina es una traducción prestada por Plinio del griego entomon que significa "insecto" (ver entomology), término que utilizaba Aristóteles para esta clase de seres vivos, en referencia a sus cuerpos "dentados."
La primera aparición en inglés fue en 1601 en la traducción de Plinio realizada por Holland. En zoología, para referirse a una clase de animales, se usó por primera vez en 1753. Las traducciones del término de Aristóteles también han dado lugar a la palabra habitual para "insecto" en galés (trychfil, que proviene de trychu "cortar" + mil "animal"), serbocroata (zareznik, de rezati "cortar"), ruso (nasekomoe, de sekat "cortar"), entre otros.
Entre las formas adjetivales que se han intentado en inglés (y que en su mayoría han sido rechazadas por desuso) están insectile (1620s), insectic (1767), insective (1834), insectual (1849), insectine (1853), insecty (1859), insectan (1888).
It is curious that in the eyes of the Anglo-Saxon naturalists, the frog, the toad, the lizard or eft ( efte), and other reptiles, were usually placed under the head of insects ; and this odd classification was preserved to rather a late period. [Thomas Wright, "Anglo-Saxon and Old English Vocabularies," 1884]
Es curioso que, a ojos de los naturalistas anglosajones, la rana, el sapo, el lagarto o eft (efte), y otros reptiles, solían clasificarse bajo el encabezado de insectos; y esta extraña clasificación se mantuvo hasta un período bastante tardío. [Thomas Wright, "Anglo-Saxon and Old English Vocabularies," 1884]