A principios del siglo XIV, el término se usaba originalmente en el ámbito legal para referirse a algo que había sido "formalmente establecido, decretado o legislado por una autoridad" (en contraposición a natural). Provenía del francés antiguo positif (siglo XIII) y del latín positivus, que significa "determinado por acuerdo, positivo" (en oposición a naturalis, que significa "natural"). Este último se deriva de positus, el participio pasado de ponere, que significa "poner, colocar" (puedes ver más sobre esto en position (n.)).
La acepción de "absoluto" surgió a mediados del siglo XV. En la filosofía, el significado de "que se ocupa solo de los hechos" apareció en la década de 1590. Con el tiempo, se amplió a "expresado sin reservas" (también en la década de 1590) y luego, al referirse a personas, a "seguro en sus opiniones" (década de 1660). La idea de "poseer características definidas propias" se estableció en la década de 1610. En matemáticas, se utilizó para indicar "mayor que cero" a partir de 1704. La connotación psicológica de "enfocarse en lo constructivo y positivo" se registró en 1916. El término Positive thinking se documentó en 1953. En el ámbito de la electricidad, su uso data de 1755.
There are probably no two bodies differing in nature which are not capable of exhibiting electrical phaenomena, either by contact, pressure, or friction ; but the first substances in which the property was observed, were vitreous and resinous bodies ; and hence the different states were called states of resinous and vitreous electricity ; and resinous bodies bear the same relation to flint glass, as silk. The terms, negative and positive electricity, have been likewise adopted, on the idea, that the phaenomena depend upon a peculiar subtile fluid, which becomes in excess in the vitreous, and deficient in the resinous bodies ; and which is conceived by its motion and transfer, to produce the electrical phaenomena. [Sir Humphry Davy, "Elements of Chemical Philosophy," London, 1812]
Probablemente no haya dos cuerpos que difieran en su naturaleza y que no sean capaces de exhibir fenómenos eléctricos, ya sea por contacto, presión o fricción; sin embargo, las primeras sustancias en las que se observó esta propiedad fueron los cuerpos vitreous y resinous. Por eso, se les llamó estados de electricidad resinous y vitreous. Los cuerpos resinosos tienen la misma relación con el vidrio de sílex que la seda. También se adoptaron los términos negative y positive electricity, basándose en la idea de que los fenómenos dependen de un sutil fluido que se encuentra en exceso en los cuerpos vitreos y en deficiencia en los cuerpos resinous. Se creía que su movimiento y transferencia eran los responsables de los fenómenos eléctricos. [Sir Humphry Davy, "Elements of Chemical Philosophy," Londres, 1812]