En la década de 1540, se usaba para referirse a un "poema épico" y también a "un libro de un épico" (algo que se podía recitar de una sola vez). Proviene del francés rhapsodie, que a su vez viene del latín rhapsodia, y este del griego rhapsōidia, que significa "composición poética, recitación de poesía épica; un libro, una balada, un canto." La raíz griega rhapsōdos se traduce como "recitador de poemas épicos," y literalmente se interpreta como "quien cose o ensarta canciones," derivado de rhaptein, que significa "coser, tejer" (proveniente de la raíz indoeuropea *wer- (2), que implica "doblar, girar") + ōidē, que significa "canción" (relacionado con ode).
Según Beekes, la idea en la palabra griega originalmente era "quien cose un poema," refiriéndose a la secuencia ininterrumpida de versos épicos, en contraste con las composiciones estroficas de la lírica. William Mure, en su obra "Language and Literature of Antient Greece" (1850), menciona que el término homérico rhapsōidia "se aplicaba originalmente a las partes de los poemas que se asignaban habitualmente a diferentes intérpretes en el orden de la recitación. Más tarde, este significado se trasladó a los veinticuatro libros, o cantos, en los que los gramáticos alejandrinos dividieron permanentemente cada obra."
El término tuvo varios significados específicos o ampliados entre los siglos XVI y XVII, muchos de los cuales ahora son obsoletos o arcaicos. Uno de ellos era "colección miscelánea, masa confusa (de cosas)," lo que llevó a la idea de "una obra literaria compuesta por piezas diversas o desconectadas, una composición divagante." Este último significado, ahora en desuso, podría haber sido el camino hacia la interpretación de "una expresión exaltada o exageradamente entusiasta de sentimiento o emoción, un discurso o escritura con más entusiasmo que precisión o conexión lógica de ideas," que surgió en la década de 1630. La acepción de "composición musical animada" se documenta en la década de 1850.