El estaño es un metal altamente maleable que puede pulirse hasta obtener un alto brillo. Además, forma parte de las aleaciones de bronce y peltre. En inglés antiguo se conocía como tin, proveniente del protogermánico *tinom, que también dio lugar al medio neerlandés y neerlandés tin, al alto alemán antiguo zin, al alemán Zinn y al nórdico antiguo tin. Su origen es incierto, y según el Oxford English Dictionary (1989), no se encuentra fuera de las lenguas germánicas. El símbolo químico Sn proviene del latín tardío stannum (ver stannic).
En muchas lenguas indoeuropeas hay una palabra para el "estaño" como metal en bruto y otra para la chapa de estaño; por ejemplo, en francés se dice étain, fer-blanc. Su resistencia a la oxidación hizo que este metal fuera popular como recubrimiento del hierro en ollas, sartenes, etc. Plinio lo mencionaba como plumbum album, que significa "plomo blanco," y durante siglos se consideró una forma de plata adulterada con plomo. De ahí su uso figurado para describir algo "mezquino, insignificante, sin valor."
El significado de "recipiente hecho de estaño," especialmente "lata para conservar carnes, frutas, etc.," se documenta en 1795. En Estados Unidos, se tendía a usar can (sustantivo) para referirse a esto. El término Tin-can aparece desde 1770 como "lata de estaño" y, como jerga naval para "destructor," se registra en 1937.
La palabra Tin como jerga para "dinero" surge en 1836. La expresión Tin ear, que significa "falta de discernimiento musical," se documenta en 1909. En el argot militar, tin hat para referirse a "casco de metal," especialmente el casco de acero contra esquirlas, se usa desde 1903. Por último, Tin Lizzie, que se refiere a "Ford, especialmente un Modelo T," se atestigua en 1915.