Finales del siglo XIV, una variante de la forma anterior stomake (principios del siglo XIV), que se refiere al "estómago humano, la bolsa interna del cuerpo donde se digiere la comida." Proviene del francés antiguo stomaque, estomac, que significa "estómago." A su vez, esto deriva del latín stomachus, que se traduce como "garganta, esófago; estómago," pero también abarca conceptos como "sabor, inclinación, gusto" y "desagrado, aversión." Además, se usaba para describir "orgullo, indignación," ya que se creía que estas emociones tenían su origen en ese órgano. Este término también es la raíz del español estómago y del italiano stomaco. Su origen se encuentra en el griego stomakhos, que significa "garganta, esófago," y literalmente se traduce como "boca, abertura," derivado de stoma, que significa "boca" (consulta stoma). En inglés antiguo, la palabra nativa para referirse al estómago era maw (el inglés antiguo maga se usaba como traducción de stomachus).
En la antigüedad, el término se aplicaba a las aberturas de varios órganos internos, especialmente la del estómago, y más tarde los médicos griegos lo usaron específicamente para referirse al estómago mismo.
Algunos anatomistas del siglo XVI intentaron devolverle al término su significado original de "esófago" y propusieron ventricle para lo que hoy conocemos como estómago. La acepción que significa "vientre, parte media del cuerpo sobre el estómago" data de alrededor de 1400.
En inglés medio también se usaban formas como stomack, stomac, stommak, stomoke; a partir del siglo XVI, la ortografía final se ajustó a la forma latina, pero la pronunciación se mantuvo similar a la del inglés medio. En el siglo XIX, se intentó reflejar la pronunciación en la escritura, dando lugar a stummik (1888) y stummock.
Palabras relacionadas incluyen Stomachal (década de 1580); stomachical (alrededor de 1600); stomachic (década de 1650). Términos como Stomachous (década de 1540) y stomachate (década de 1540, del latín stomachatus) parecen haberse utilizado solo en sentidos figurados.
Los sentidos figurados clásicos también estaban presentes en el inglés medio, como "sabor, inclinación, deseo; valentía, espíritu; pensamientos más profundos, conciencia; temperamento, disposición" (mediados del siglo XV) o en el inglés moderno temprano, cuando se creía que el estómago era el asiento del pensamiento y la emoción, además del hambre. En la Edad Media, a veces también se consideraba como el origen del deseo sexual.